El rendimiento de
William Huapaya, lejos de ser bueno, siempre quedará ligado a una frase que le
espetó al ya por entonces entrenador del Deportivo de La Coruña, el mítico Arsenio
Iglesias, cuando éste le preguntó el motivo de sus bajas prestaciones.
Sin ruborizarse Huapaya respondió "estoy muy exigido, míster". Aún hoy, cuando
las cosas no salen bien y los resultados no llegan, los aficionados
deportivistas más curtidos recurren a ella evocándose nostálgicos a
tiempos previos a las distintas versiones del SuperDépor con la
esperanza de un nuevo advenimiento futbolístico-institucional.