Renaldinhos y Pavones: Zvonimir Boban en el Celta (2001)

"Zidane, Saviola y... Zvonimir Boban. Son los tres nombres de 'cracks' que han llegado esta temporada al fútbol español y que están en boca de todos los especialistas nacionales. Lo ha ganado casi todo: una Copa de Europa, una Supercopa europea, tres Scudettos, varias copas italianas con el Milán y un tercer puesto en el primer Mundial de la selección croata en Francia. Ha apostado por buscar nuevos aires y nuevas motivaciones aterrizando en el fútbol español y en el Celta, club cuyo proyecto le ha atraído para desarrollar la calidad de la que ya ha hecho gala en el tiempo que lleva en Vigo." (La Voz de Galicia, Agosto de 2001)

Zvonimir Boban fue uno de los fichajes de mayor relumbrón de la temporada 01/02. Avalado por su carácter, calidad, experiencia y trayectoria, su llegada despertó el interés y la ilusión de una afición del Celta que soñaba conquistar de una buena vez un título. Motivos futbolísticos no le faltaban.

Sin embargo y contra todo pronóstico, Zvonimir Boban no cuajó y apenas consiguió disputar 4 partidos de Liga, 2 de Copa UEFA y uno de Copa del Rey antes de poner fin tanto a su etapa en el Celta como a su carrera solamente dos meses después de su arribo al fútbol español ¿El motivo? Quería ser titular pero Víctor Fernández lo relegaba a la suplencia ya que no era partidario de juntarlo en el terreno de juego con Aleksandr Mostovoi : "Tuve una ilusión y no jugando no puedo ser feliz. Dejé tiempo para ver si podía cambiar, pero era muy difícil. Tras 16 años de carrera, no voy a estar más tiempo de suplente. Jugué ante el Valencia y dijeron que había sido uno de los mejores en el campo. Cuatro días después, ante el Málaga, me quedé en el banquillo y a mis 33 años no puedo aceptar esto".

Boban se despidió en rueda de prensa, aprovechando para explicar y dejar en claro la razón de su marcha, estrictamente deportiva:

"Lo primero que quiero decir es que estoy un poco triste por lo que está pasando por mi decisión, pero tenía que tomarla. Llegué a Vigo con muchas ilusiones y creo que todos creíamos en ellas. Pasaban por jugar y porque se me dijo que podía ser importante en el proyecto de este equipo. He visto que no lo soy y no quiero dar problemas a nadie prefiero irme a casa. Lo siento pero no puedo aguantar una situación en la que no soy protagonista. Vine a hacer grandes cosas por este equipo y no para convertirme en un problema. Son sólo problemas deportivos. El equilibrio táctico es un problema. A los quince días de llegar ví que había pocas posibilidades de que encajase aquí. Víctor Fernández seguro que esperaba que yo encajase, pero hace bien en mantener su esquema. Él ha visto que no había una solución mejor y no puedo reprocharle nada. Tuve una ilusión y no jugando no puedo ser feliz. Dejé tiempo para ver si podía cambiar, pero era muy difícil".